domingo, 9 de mayo de 2010

MI AVENTURA DE SER DOCENTE
Hola, esto de la tecnología, en relación al blog me esta costando trabajo, pero creo que ya voy entendiendo.
Esto es como el "tunel del tiempo", se me vienen una infinidad de pensamientos que quiero compartir y a la vez escribir sin tedio sobre "Mi aventura de ser maestro", es cierto, uno es novato cuando se inicia como docente y no se sabe nada de las herramientas didácticas, de la relación que debe de haber alumno-maestro, todo los vas aprendiendo conforme lo vas experimentando.

Soy profesora desde hace 22 años y en dos etapas, la primera a nivel superior en el IPN por diez años y la segunda por 12 años (voy a cumplir los 13 años en septiembre); anteriormente para dar clase, tomaba en cuenta como modelo a seguir, a los profesores que tenía cuando estudiaba en la Facultad, agarraba de cada uno lo que me gustaba, no tenía una personalidad propia; además, siempre preparaba muchos temas para clase, porque sentía que se me iba a comer el tiempo. En cuando al alumno, la comunicación no era la idónea.

Es cierto también, todos hemos aprendido a ser profesores por ensayo y error, pero también es importante tener presente que sí me he preocupado por actualizarme, por estar al día; cuantos de nosotros no ha buscado la mejor manera de enseñar, de transmitir los conocimientos, de saborear la satisfacción de lograr la formación del estudiante, de perfeccionar esta profesión de profesor.

A través de los años uno a aprendido a saber como piensa, que piensa y que siente el alumno, son aspectos esenciales que debe tener en cuenta el maestro y este a su vez debe tener el tacto de saber como hacer pensar y sentir al alumno, es por ello, que me llamó tanto la atención el fragmento “y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir” de Miguel Unamuno.
La gran satisfacción de mi aventura de ser profesor, es el reconocimiento de la labor que se ha desarrollado en los jóvenes que egresan, es el haber sido partícipe de su formación del conocimiento y actitud, de haberlo inducido como dice Esteve “hacer pensar y sentir” y sobre todo de haber aprendido de ellos. Y no se diga cuando uno es ejemplo a seguir.

Se ha demostrando que el ser profesor es entregar cada día lo mejor de uno, de que los alumnos asimilen nuestros mejores logros y que de nuestros fracasos obtengan lo mejor. Es satisfactorio haber aprendido con el paso del tiempo y leyendo, a detectar cuando el alumno le preocupa algo, cuando está contento, cuando está enfermo, cuando te pide un consejo o cuando simplemente quiere platicar contigo.

Pero, ¿cómo enfrentar las dificultades de la enseñanza? con capacitación constantemente para estar actualizados, el cual es motivo de superación; con reuniones de academia, en donde podemos socializar y encontrar soluciones a nuestros problemas. Además el ser profesor es una profesión noble que permite realizarme como profesionista y de manera personal.
Comparto mi sentir con todos ustedes y a la vez los invito a que me den su opinión.
Saludos, Chela.

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